Se ha escrito un crimen en Milán (II)

El crimen del Inter de Milán no tiene tanto recorrido como los disparates cometidos en las defensa del Milan de los que hablé aquí anteriormente. Los errores que ha cometido el equipo que dirige Walter Mazzarri se limitan únicamente a los dos o tres últimos años, sin embargo, el daño que están haciendo es mucho más profundo que los de la mediocre zaga su vecino milanés. Y es que Massimo Moratti ha provocado con su gestión que todo un equipo campeón de Europa se convierta en un conjunto mediocre que ni sufriendo logra clasificarse para la Europa League, siendo la pasada temporada la primera en década y media en la que el Inter queda fuera de competición europea.

Mourinho llevó al Inter a lo más alto ganándolo todo con un equipo que contaba con Eto´o, Sjneider, Pandev, Julio César, Lucio, Maicon, Muntari o Balotelli. Pues bien, hoy ninguno de estos futbolistas pertenece al Inter de Milán y, lo que es más grave, casi ninguno de ellos ha sido sustituido por otro de nivel parecido. Benítez, Leonardo, Gasperini y Stramaccioni han pasado por el banquillo bianconero desde entonces y ninguno de ellos fue capaz de hacer funcionar al equipo debido, en gran parte, a la considerable pérdida de calidad. Sólo Stramaccioni, al inicio de la pasada temporada, parecía ser capaz de gestionar la plantilla con una maestría tal que con tan poco pudiese llegar incluso a disputarle el Calcio a la imbatible Juventus. Nada más lejos de la realidad, el equipo se hundió irremediablemente en la segunda vuelta.



A mi entender, los refuerzos en el centro del campo posiblemente han sido los peores que un equipo grande ha podido hacer desde que tengo uso de memoria. Centrocampistas como Kharja, Palombo, Poli, Schelotto, Kuzmanovic, Gargano o Mudingayi han fracasado con estrépito debido a su incapacidad para asumir un reto tan importante como es el de jugar en el histórico Inter de Milán. Estoy de acuerdo en que todos ellos son buenos jugadores y que han ofrecido grandes actuaciones en sus anteriores equipos, sin embargo ninguno de ellos tenía nivel para dar el salto a un Inter, un Milan o una Juventus. Son el mejor ejemplo de cómo Moratti decidió bajar cada vez más el listón a la hora de fichar, conformándose con jugadores mediocres. Y como bien dice mi madre, hay veces que te agachas tanto que se te ve el culo.

Biabiany, Juan Jesús, Zárate, Forlán, Jonathan Cicero, Rocchi o Silvestre (ahora en el Milan, los crímenes pasan de unos a otros) son otros ejemplos de grandes fracasos también en defensa y delantera. Todo ello sin mencionar la bochornosa venta de Coutinho, uno de los pocos jugadores con calidad que podría haber triunfado en el Inter, y que Moratti decidió traspasar al Liverpool, desperdiciando así su última oportunidad de mantener al equipo en la élite. 
Por si fuese poco, jóvenes jugadores válidos procedentes de la cantera, como Donati o Caldirola, han salido rumbo a la Bundesliga.


Y lo peor es que Moratti aún no se ha dado cuenta, y eso se aprecia en varios de los fichajes que ha realizado este verano. Rolando, Campagnaro, Andreolli o Carrizo no vienen sino a confirmar la teoría de que el Inter de Milán está a un solo paso de convertirse en un Catania, un Cagliari o un Parma. Los que nacimos y crecimos futbolísticamente viendo a un Inter grande observamos sorprendidos como probablemente el peor Inter de la historia se está creando sin el menor atisbo de vergüenza por parte de la directiva del club italiano.
Es cierto que Kovacic, Nagatomo, Ranocchia, Handanovic, los eternos Cambiasso y Zanetti, Ricky Álvarez, Milito o Palacio son jugadores de nivel. Pero necesitan de un contexto en el que moverse y crecer. Y aunque jóvenes como Taider, Belfodil, Icardi o Livaja poseen calidad, no contemplo opción de que el Inter pueda crecer, o al menos dejar de caer, a corto plazo. Y son ya demasiados años de dominio absoluto por parte de la Juventus.

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