Un Newcastle con acento francés

El Newcastle es un equipo al que todos los que hemos jugado al FIFA o al Pro le tenemos especial cariño. Desde el mítico Shearer hasta el reciente Owen, pasando por Asprilla, Gillespie, Ketsbaia, Given, Speed, Solano, Dyer, Bellamy, LuaLua, Ameobi, Jenas o Emre, las urracas siempre han sido un equipo atractivo para el espectador neutral. Sin embargo, sus resultados no siempre se han correspondido con el nivel de la plantilla. 

Tras décadas sin alzarse con título alguno, A mediados de los 90 el Newcastle intentó dejar de ser el típico equipo con aspiraciones que siempre decepciona (tipo Genoa o West Ham) y buscó dar el salto agarrándose a los puestos altos de la tabla, en los que se mantuvo con altibajos hasta bien entrado el presente siglo. Por desgracia, sus coqueteos con la irregularidad le llevaron a descender de categoría en 2009. Fue un duro golpe. La temporada 2009-2010 nadie podría cogerse al Newcastle ni en el FIFA ni en el Pro. No estábamos acostumbrados a eso.



Tras un año deambulando por la Championship, Chris Hughton se compadeció de todos nosotros y consiguió que el Newcastle volviese a su categoría por antonomasia. Estoy seguro de que las tiendas de videojuegos recuperaron sus niveles de ventas. El Newcastle volvería a estar disponible en la temporada 2010-2011, una gran noticia para nosotros. Pero fue Alan Pardew el que logró algo más que mantener a conjunto de St. James Park en la máxima categoría. Tras una primera temporada titubeante, Pardew consiguió dejar quinto al Newcastle el pasado año, por delante del Chelsea, algo sumamente difícil en una competición en la que los de AbramovichManchester, Arsenal, City y Tottenham suelen repartirse las cinco primeras plazas. Desde ese momento, el Newcastle debería dejar de mirar hacía abajo, ponerse los guantes de boxeo y competir de tú a tú con los cinco niños grandes del colegio que aspiraban a perpetuarse en el poder. 

Pardew apostó por mantener el mismo bloque en busca de tan importante objetivo de cara a la presente temporada. Anita o Bigirimana llegaron mientras que Best o Guthrie se marcharon. Es decir, apenas se dieron movimientos de importancia. Y quizá por eso, por no reforzar alguna posiciones en las que el Newcastle andaba justo de calidad, las urracas han completado una primera vuelta decepcionante, bordeando los puestos de descenso. De modo que Pardew decidió parar, reflexionar y repensarse.

Lo primero que hizo fue vender a Demba Ba, algo que en principio podría parecer que atenta contra los intereses de su propio equipo. La oferta del Chelsea era buena y Pardew dejó marchar a un jugador cuya valía es tan objetivamente demostrable como visiblemente inconsistente. Veremos. El caso es que ese fue el punto de inflexión que está provocando una reacción en los de St. James Park. Eso y el manojo de franceses que el Newcastle ha fichado en invierno, fichajes que deberían haber llegado en octubre y que aportan aire nuevo y calidad en puestos clave.


Debuchy (6,5 millones) llega del Lille para explicarle a Danny Simpson que no tiene lugar en la élite. Por lo que se puede apreciar en esta información del diario Sport, el ex del Arsenal no parece habérselo tomado muy bien. El segundo fichaje en defensa fue el de un tipo con nombre difícil de escribir y más complicado de pronunciar, que apuntalará el centro de la zaga. Yanga-Mbiwa procede del Montpellier campeón de la Ligue 1 y es el más caro de todas las incorporaciones invernales que ha hecho Pardew (8 kilos). Por último, Haidara completa la lista de incorporaciones defensivas, un lateral zurdo de 19 años y titular indiscutible con el Nancy (colista francés) que ha costado 2,5 millones y que llega para competir con Santon

Gouffran y Moussa Sissoko (2 y 3 millones respectivamente) han sido las otras dos incorporaciones. Ambos cuentan con un fantástico cartel pero han recorrido caminos diferentes. Gouffran ganó la Ligue 1 con el Girondins de Burdeos de Blanc siendo suplente, pero poco a poco y ante la marcha de jugadores importantes, se hizo no sólo con la titularidad sino que también asumió un papel clave en su ya ex equipo. Esta temporada lleva 8 goles con el Girondins y la pasada logró un total de 14, todo ello sin ser delantero. Gouffran es un jugador molesto para el rival, escurridizo, con mucha llegada, y puede jugar en ambas bandas. Por su parte, Moussa Sissoko, no confundir con Momo Sissoko ni con Aly Cissokho, deleitó hace unos años a media Europa en el Toulouse y se habló de ofertas millonarias por él. Sin embargo, el francés se quedó en Francia y su nivel fue bajando. Pedía a gritos un cambio y Pardew se lo ha ofrecido. Se trata del jugador más interesante que ha incorporado el Newcastle este invierno, con corpulencia, capacidad de pase, inteligencia y mucho gol. Puede jugar en el doble pivote o algo más adelantado, de mediapunta, a mi parecer donde mejor rinde.



Con estas incorporaciones el Newcastle se ha disparado. Dos victorias en dos partidos y con Sissoko en plan estrella, dando una asistencia y marcando dos goles vitales ante el Chelsea. Gouffran se está asentando en banda izquierda, aportando peligro arriba y trabajo defensivo muy valioso, y Debuchy se ha hecho amo de la banda derecha a pesar de mostrar algunas lagunas defensivas. Mientras tanto, Yanga-Mbiwa aun no ha sido titular, aunque ha tenido minutos y en mi opinión terminará formando dupla con Coloccini. Haidara en cambio aun no ha jugado. Santon, por ahora, es mucho Santon. 

Puede remontar aún el Newcastle por lo tanto y creo que tiene margen para rondar puestos europeos. Los cinco franceses que han llegado deben rectificar los errores cometidos y junto a Ben Arfa, Cabaye, Marveaux y Obertan dotarán de un particular acento galo a un equipo que debe y puede empezar a aspirar, de una vez por todas, a cotas más altas.

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