Me la juego. Presentación.

Buenos días, buenas tardes y buenas noches. Me llamo Fernando y he venido aquí a jugar. Como lector habitual de Planetafichajes, siempre he estado atento, diría que en exceso, a todos los movimientos del mercado, el equivalente a los Reyes Magos del futbolero. Y cada vez que llega alguno que conozco me da por pensar si va a rendir, si lo que han pagado me parece poco o les han timado, si encaja, si va a jugar en su puesto, etc. Pues bien, aquí lo voy a publicar, pensando por escrito y por anticipado.

No sé a vosotros pero a mí me molesta cuando a final de temporada se dice lo mal que ha fichado tal equipo –el que no ha cumplido objetivos- y lo bien que lo ha hecho el que sí. Aún cuando a principio de liga se decía todo lo contrario. Es más, hay casos en los que el rendimiento colectivo ensombrece, para bien o para mal, el individual de alguna nueva incorporación. En mi modesta opinión, un fichaje se debe valorar, principalmente, en el momento de su llegada y lo que se juzga al final es, sobre todo, un rendimiento. Lo ideal es que coincidan o incluso se superen las expectativas, la realidad suele ser la contraria.

No intento poner excusas, porque valoraré un fichaje con el mismo objetivo que utilizará un director deportivo cualquiera. Me la juego y si el futbolista no ofrece el nivel que espero antes de final de curso, o, al menos, no da pistas de ello, la predicción será errónea. Con todos los métodos de análisis, ojeadores, videos, estadísticas y conocimientos que poseen los clubs, también fallan. Es lo bonito del fútbol, la imprevisibilidad.

Aunque he hecho algunos estudios sobre la materia y me paso casi todo el año viendo con atención fútbol español e internacional, no voy a ir de experto en nada. En algunas ligas, además, estoy probando un sistema de análisis estadístico cuyos resultados también se filtrarán por goteo en esta serie de artículos de opinión. Pondré toda mi buena voluntad y los conocimientos que tenga para intentar predecir y cuantificar la ilusión que debes tener con el nuevo futbolista que ha llegado a tu ciudad.

Vaya por adelantado que no odio a tu equipo y, por supuesto, tampoco al mío, que se lleva más críticas que ninguno porque es el que más me duele. Dicho esto, se agradecen las puntualizaciones, comentarios, opiniones e insultos cariñosos. Por supuesto, también podéis jugárosla. Nos veremos a final de temporada.