Los arañazos de Francisco “Gato” Silva

Sudamérica es la región de los sobrenombres en lo que a fútbol se refiere. No existe un sólo jugador de Argentina, Uruguay, Colombia o Chile que no tenga uno. El “Fideo” Di María, el “Cebolla” Rodríguez, el “Tigre” Falcao o el “Chucho” Benítez son algunos de ellos. Sin embargo, estos motes suelen ser un poco gratuitos. Imagino a chavales destacando en las categorías inferiores de clubes argentinos o chilenos y entre los técnicos a señores cuarentones buscando desesperadamente sobrenombres para ellos. Aun así, debo decir que con el del “Gato” Silva lo clavaron.


En uno de mis muchos intentos de salir del hoyo en el Comunio fiché al chileno “Gato” Silva, típico jugador apenas conocido que juega en un equipo de la zona baja de la tabla y que cuesta 160.000 euros. Por entonces, Silva parecía asentarse en la titularidad con Osasuna tras llegar cedido en el mercado de invierno y fue en ese momento cuando comencé a fijarme en todos y cada uno de sus movimientos para comprobar si ayudaría a mi equipo comunio o no.

Sus primeros partidos no me impactaron en exceso y a priori parecía que Silva era otro de esos muchos jugadores sudamericanos que juegan en el doble pivote destruyendo el juego rival y sin apenas aportar en la circulación de la pelota. El típico “Pato” Sosa, vamos. De hecho, en el Universidad Católica sustituyó a Gary Medel (el “Pitbull”) cuando éste abandonó Chile con destino Boca Juniors.


Pero el “Gato” Silva no es eso. O al menos no es sólo eso. Es cierto que en el doble pivote de Osasuna, club que no suele gozar de grandes porcentajes de posesión, una de sus principales misiones es la de recuperar el balón. De hecho, el chileno se muestra agresivo en la presión e inteligente en la lectura del juego a la hora de interceptar los pases del rival. Sin embargo, cuando recupera no se limita a entregar la bola a un compañero con mejor técnica, ya que Silva posee capacidad suficiente como para ser él el encargado de iniciar una jugada de peligro. Así, antes con Lolo y ahora con Raoul Loe, Silva no solo corre para destruir el juego rival, sino también para interceptar y lanzar al equipo e incluso para iniciar el juego de Osasuna.

A esto se le añade una última cualidad que me invita a pensar que Silva no sólo permanecerá en Europa sino que además podría empezar a interesar a clubes de renombre en el viejo continente. El chileno se incorpora al ataque con acierto e inteligencia táctica. Suele acompañar las jugadas de Osasuna hasta línea de tres cuartos y allí sus decisiones casi siempre son acertadas. Por si fuese poco, cuenta con un duro disparo del que no duda en hacer uso cuando se encuentra en el balcón del área.


Después de una temporada en la que Puñal, Lolo, Oier, Timor o Raoul Loe han pasado por el doble pivote pamplonica sin pena ni gloria, el “Gato” Silva parece haberse asentado en esa posición y sus aprovechables características pueden hacer mucho bien a los de Mendilibar de cara a la consecución de la deseada permanencia. Restan seis partidos para alcanzar el objetivo y seguramente contemos con los arañazos del “Gato” en cada uno de ellos.

2 comentarios:

  1. Buen jugador, hemos acertado con el, cuando juega el equipo cambia para bien, me recuerda Javad Nekounam aunque me quedo con este ultimo, ha dejado un liston muy alto en Osasuna

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    1. Yo creo que Silva es más agresivo en la presión y más determinante en línea de tres cuartos, y aunque es cierto que Nekouman era quizá más completo, me da la sensación de que Silva tiene más opciones de llegar a un grande.

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